Becas Progresar: La provincia de Salta tiene 30 mil beneficiarios menos que hace dos años

En apenas dos años, la provincia de Salta perdió casi la mitad de sus beneficiarios de becas Progresar. Según datos oficiales del informe de la Jefatura de Gabinete al Congreso, la cifra pasó de 68.520 a mediados de 2.023 a 38.054 a mediados de 2.025, lo que implica una baja del 44%.
La reducción se sintió con fuerza en dos modalidades específicas: las becas Progresar Trabajo, que se desplomaron un 56% (de 5.172 a 2.261) y las becas de Educación Superior, que cayeron un 54% (de 27.241 a 12.605). Las destinadas a la educación obligatoria fueron las que menos retrocedieron, aunque también muestran un deterioro significativo: de 36.107 a mediados de 2023 a 23.188 en julio de 2025.
El programa Progresar nació en 2014 con el objetivo de acompañar trayectorias educativas de estudiantes de bajos ingresos. En la actualidad, se exige que el beneficiario y su grupo familiar no superen ingresos equivalentes a tres salarios mínimos, vitales y móviles (hoy $966.600), y que acrediten regularidad. Hoy cuenta con distintas líneas de financiamiento:
Progresar Obligatorio, dirigido a estudiantes de nivel secundario.
Progresar Superior, para quienes cursan estudios terciarios y universitarios.
Progresar Trabajo, que financia cursos de formación profesional.
Progresar Enfermería, destinado específicamente a esa carrera estratégica.
El deterioro del poder adquisitivo
Más allá de la caída en la cantidad de beneficiarios, el programa perdió fuerza como herramienta de apoyo económico. De acuerdo con un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), entre 2015 y 2019 el poder adquisitivo de la beca Progresar de Educación Superior se redujo a la mitad. A partir de 2021 comenzó una recuperación parcial, pero que nunca alcanzó los niveles previos.
La última actualización de montos durante el gobierno de Unión por la Patria fue en agosto de 2023, cuando la beca quedó en 20.000 pesos. La gestión de Javier Milei mantuvo congelado ese monto durante un año y recién en septiembre de 2024 lo llevó a 35.000 pesos. En términos reales, entre agosto de 2023 y julio de 2025 el estipendio perdió un 60% de poder de compra.
En el caso de las becas para Educación Superior, la caída de la matrícula universitaria parece estar directamente vinculada a la situación socioeconómica. Según el secretario de Bienestar Universitario de la Universidad Nacional de Salta (UNSa), Luis Portelli, el programa Progresar, que en sus inicios representaba un apoyo importante para los estudiantes, hoy dejó de ser un sostén suficiente para garantizar la continuidad en los estudios. “Cuando salió la beca era algo importante, sí podía ayudar a los estudiantes, y hoy vemos claramente una baja muy fuerte en lo que es el estipendio”, afirmó. Y agregó: “Está impactando muy fuerte lo social y lo económico, especialmente en nuestra comunidad estudiantil: se ve claramente que los chicos no pueden sostener la cursada por la situación que se está viviendo”.
De acuerdo con los registros de la UNSa, este año hubo 24.000 preinscriptos, pero solo 6.200 confirmaron la inscripción. En 2.022, en cambio, se habían registrado 28.000 preinscripciones y 10.000 ingresos efectivos.
Por su parte, el subsecretario de Políticas Socioeducativas de la Provincia, Alejandro Williams Becker, vinculó la baja en las becas de Educación Obligatoria a tres factores. El primero es el entrecruzamiento de datos realizado por Nación para evitar superposición de prestaciones. “Hay un porcentaje difícil de cuantificar, porque no tenemos la información suficiente, pero entendemos que una parte de esa baja está asociada a incompatibilidades entre distintos beneficios”, explicó.
El segundo tiene que ver con las medidas adoptadas para evitar que padres que no están a cargo de sus hijos se apropien del beneficio. “El requisito de vincular la identificación del beneficiario con la aplicación Mi Argentina, más allá de los problemas operativos que generó, limitó la utilización indebida de la beca. Antes ocurría que el padre tramitaba el beneficio, cobraba el dinero y luego reclamaban que no podían acceder más a la cuenta”, señaló.
El tercer factor es la deserción escolar en el nivel secundario, asociada a la crisis socioeconómica. “Hoy tuve una reunión con Nación donde nos compartieron estadísticas preliminares que observan con preocupación la deserción de beneficiarios Progresar, que debería ser uno de los focos del programa. La deserción escolar está aumentando, aunque todavía no hay registros consolidados que lo confirmen. Preliminarmente, hay indicadores que muestran que el deterioro social está influyendo en ese sentido”, advirtió.
Finalmente, Williams Becker indicó que la Provincia solicitó acceso a la base de datos del Progresar para contar con información nominal sobre los beneficiarios y así “tener datos más confiables acerca de la deserción en el nivel secundario”.
Informe: Ciudadana Comunicación