Controles de tránsito en Orán: ¿recaudación o la única forma de frenar el descontrol de las motos?

Un nuevo episodio de violencia se vivió este viernes durante un operativo de la Policía Municipal de Tránsito en Orán. Como ocurrió la semana pasada, cuando una mujer agredió a un inspector para evitar que le retengan la moto, en esta ocasión también se registraron escenas de tensión que quedaron grabadas y se viralizaron en redes sociales. En este caso se observa a un efectivo de tránsito agrediendo a un conductor y la posterior reacción del mismo. Aunque algunos testigos indican que previamente había sido agredido por el conductor,
Esto volvió a poner en debate el tema central que viene mostrando en los últimos años NORTE YA, el caos del tránsito en las calles de la segunda ciudad de la provincia, donde cada uno hace lo que quiere.
Los controles, que se realizaron sin presencia de la Policía de la Provincia, derivaron en enojo y enfrentamientos verbales con los motociclistas infraccionados por circular sin casco o sin la documentación obligatoria. El hecho volvió a poner en discusión el rol de los operativos: para algunos vecinos se trata de una maniobra meramente recaudatoria, mientras que otros insisten en que, teniendo todo en regla, no hay sanciones posibles.
En Orán, son pocos los vecinos que pagan sus tasas municipales. A esto se suma que la mayoría de las motos no están registradas, por lo que las multas no tienen efecto y la única medida que realmente impacta es la retención del rodado.
Desde el municipio recuerdan que el tránsito en Orán tiene como principal problema el uso irregular de las motos, que son protagonistas de la mayoría de los siniestros viales en la ciudad. Esa situación se refleja en las estadísticas del SAMEC Orán: • Junio de 2025: 87 atenciones a víctimas de siniestros en motocicletas, ninguna con casco. • Julio de 2025: 63 atenciones a motociclistas, ninguna con casco. • Agosto de 2025: 71 atenciones a motociclistas, ninguna con casco.
En solo tres meses, 221 personas accidentadas en moto fueron asistidas sin usar casco, lo que no solo implica un grave riesgo de vida sino también un costo millonario para el sistema de salud. Según el SAMEC, movilizar una ambulancia con personal básico cuesta alrededor de $25.000 por salida. Solo en atenciones a motociclistas en esos meses, la provincia gastó más de $5,5 millones, sin contar medicamentos, internaciones ni rehabilitación.
El director del SAMEC, Gustavo Mantovani, advierte que cada traumatismo de cráneo grave por falta de casco puede dejar secuelas permanentes y un gasto importante por paciente, sumando los costos familiares, sociales y laborales.
En este marco, los controles de tránsito en Orán se ubican en el centro de una contradicción social: mientras parte de la población rechaza las sanciones y busca esquivarlas, las estadísticas muestran que la falta de casco no solo multiplica las emergencias médicas sino que también genera un fuerte impacto económico y social.