Orán: Condenan a un empleado del hospital que transportaba drogas

El Tribunal Oral Federal N°2 de Salta condenó el 8 de mayo pasado a Pablo Alejandro Flores a la pena de 4 años y 4 meses de prisión por el delito de transporte de estupefacientes, y ordenó el decomiso de un automóvil VW Bora utilizado para cometer el traslado de 18 kilos de marihuana y un kilo de cocaína.
La sentencia responde a la acusación llevada adelante por el fiscal federal Marcos Romero quien intervino desde el inicio del caso, descubierto el 20 de octubre del 2021 en la ruta 50, entre las ciudades de Orán e Hipólito Yrigoyen.
El representante del Ministerio Público Fiscal explicó que aquél día, pasadas las 14.00, personal de la Sección Seguridad Vial del Escuadrón 20 de Gendarmería Nacional detuvo un automóvil VW Bora conducido por Flores, quien viajaba con un acompañante.
Señaló que el automóvil había salido de Orán y circulaba de norte a sur cuando se topó con el control. Añadió que en esas circunstancias los gendarmes, al ver que tenía varios elementos en el baúl, le pidieron que se estacionara en la banquina, pero el conductor aceleró y se fugó.
El fiscal relató que, de inmediato, la fuerza de seguridad salió en persecución del vehículo, el cual fue hallado sobre la misma ruta 50, diez kilómetros al sur. Precisó que vieron salir al chofer y escapar hacia el monte y que el acompañante intentó hacer lo mismo pero fue reducido.
Narró que, posteriormente, y con el control judicial del caso, los gendarmes encontraron dos paquetes de droga en cada uno de los asientos delanteros, mientras que en el baúl hallaron una mochila con otros envoltorios, al igual que dentro de la rueda de auxilio. En total, secuestraron 18 kilos de marihuana y 1 de cocaína.
Agregó que, de la gaveta del auto, en tanto, secuestraron un teléfono celular marca Samsung modelo A20, la licencia de conducir de Flores y una tarjeta de seguros a nombre de un tercero, elementos con los cuales se formalizó la investigación penal al acompañante, quien posteriormente quedó desvinculado debido a un estudio de salud mental que determinó su condición de inimputable.
La División de Sistemas Biométricos de la Policía Federal Argentina informó que el acusado había registrado un nuevo domicilio en el paraje Julia Dufour, en Río Turbio, provincia de Santa Cruz, tras formalizar un contrato de alquiler. En esa ciudad fue detenido en la vía pública.
Hipótesis de la fiscalía
Al alegar sobre la responsabilidad penal de Flores, el fiscal repasó la prueba reunida y producida en el debate, y destacó la labor de su auxiliar fiscal, Rafael Lamas, en la recopilación de los elementos probatorios.
Remarcó, en ese sentido, la actitud de Flores, quien al día siguiente del hecho no volvió a su lugar de trabajo en el hospital San Vicente de Paul, donde se desempeñaba en el área de mantenimiento, ni siquiera para regresar las herramientas laborales.
Explicó que, a sabiendas de que su acompañante había sido detenido, solo tuvo que esperar un breve tiempo, para luego, como sucedió, marcharse de Orán hacia el sur del país.
Asimismo, resaltó movimientos previos realizados por Flores en preparación a la operación de tráfico, como por ejemplo la obtención de la licencia de conducir y el acondicionamiento de la droga, tanto debajo de los asientos y en el interior de la rueda de auxilio.
«Ni (William) Shakespeare podía imaginar ese argumento», sostuvo el juez Fleming frente al argumento de la defensa, que había puesto en duda la forma en la que el carnet de conducir de Flores había llegado a la gaveta del automóvil donde fue hallada la droga.
También mencionó que no se vislumbraba ninguna necesidad extrema para que tomara la decisión de incurrir en el delito de transporte, pues poseía un trabajo estable, a través del cual podía abastecer sus necesidades y la de su familia, por lo que entendió que la única motivación para su actividad ilícita fue el afán de lucro.
Para el fiscal, Flores «no ha sido un mero transportista de la sustancia, sino que tuvo una participación relevante, con mayor injerencia en el transporte y esto implica mayor culpabilidad». Finalmente resaltó el daño a la salud pública que representaba la droga incautada.
La defensa, en tanto, apuntó a cuestionar el reconocimiento de su cliente por parte de los gendarmes, para lo cual hizo hincapié en que la identificación se definió por la foto de la licencia de conducir, la cual también desconoció cómo llegó al vehículo en el que se encontró la droga.